La B12 y la Gorda Mentira: Un Cuento de Culpas y Calorías

Tome asiento, querido público, porque la función está a punto de comenzar.

Prepárate para la épica, trágica y absolutamente hilarante historia de cómo una humilde vitamina fue acusada de un crimen que no cometió. Una narración sarcástica para aquellos que aún creen que los duendes roban los calcetines.

¡Comienza la Narración!

Ah, sí. "La Vitamina B12 engorda". Una afirmación tan robusta y bien fundamentada como decir que "los paraguas causan lluvia" o que "ver demasiadas series de Netflix te convierte en crítico de cine".

Pongámonos cómodos y adentrémonos en el fascinante caso de la Vitamina B12, la única molécula en el universo conocido que desafía las leyes de la termodinámica. Nuestra historia comienza, como todas las grandes tragedias, con un protagonista inocente: la propia B12.

La pobre B12 era una vitamina sencilla, con un trabajo sencillo. Su vida consistía en ayudar a formar glóbulos rojos, mantener feliz al sistema nervioso y evitar que te sintieras como un zombi a las 3 de la tarde. Una vida de servicio, abnegada y modesta.

Pero un día, el Hada de los Mitos Absurdos, una criatura caprichosa y malvada que se alimenta de confusiones en grupos de WhatsApp, sobrevoló el reino de la Nutrición. Y lanzó un hechizo terrible sobre nuestra heroína.

El hechizo no hizo que la B12 engordara a la gente. ¡No, eso sería demasiado directo! El hechizo era mucho más siniestro: "Nublus la Perspectivus". Este hechizo nublaba la visión de los mortales, haciendo que confundieran la correlación con la causalidad. Un clásico.

He aquí cómo funciona la maldición en la vida real, querido público:

Nuestro personaje secundario, digamos "Pepito", llega a la consulta del médico. Pepito se siente cansado, pálido, sin energía. El médico, con su sabiduría arcana, le dice: "Pepito, tienes una deficiencia de Vitamina B12. Además, estás por encima de tu peso ideal. Te receto inyecciones de B12".

Pepito, bajo el hechizo del Hada de los Mitos, comienza el tratamiento. Y he aquí que la magia sucede. Semanas después, Pepito no solo tiene más energía, ¡sino que ha subido dos kilos!

"¡Ajá!", exclama Pepito, señalando con el dedo acusador a la jeringuilla vacía. "¡La culpa es de la B12! ¡Me ha hecho engordar!"

Y la multitud enardecida corea: "¡QUE QUEMEN A LA VITAMINA!"

Pero, esperen, ¿qué pasó en realidad? Dejemos el drama a un lado y usemos la lógica, ese personaje incómodo que siempre llega tarde a la fiesta.

La B12 no contiene calorías. Cero. Nada. Es como echarle agua a un coche y esperar que funcione con diesel. Su función, repito, es darte ENERGÍA. Y aquí está el quid de la cuestión.

Antes del tratamiento, Pepito estaba tan cansado que su máxima actividad física era desplazar el pulgar para cambiar de canal. Tras el tratamiento, con su energía restaurada, Pepito tiene ganas de hacer cosas. Como, por ejemplo, abrir la nevera. Y volver a abrirla. Y quizá, en un arrebato de actividad frenética, ir a la cocina a por un tentempié.

La B12 no puso esos dos kilos en su cuerpo. Lo que hizo la B12 fue darle la energía suficiente a Pepito para que fuera él mismo, con sus propias manitas, quien se los pusiera. La vitamina le dio la llave para salir de la cueva de la fatiga, y Pepito decidió usarla para correr directo a la pastelería.

Es como culpar a la gasolina de que te hayas chocado contra un árbol. La gasolina te dio el medio para llegar hasta el árbol, pero fuiste tú quien giró el volante.

Moraleja (con un dejo de sarcasmo aún más intenso): La próxima vez que escuches que "la Vitamina B12 engorda", recuerda que también podrías culpar a tus zapatillas por hacerte ir de compras, o a la luz del sol por hacer que te comas ese helado. La vida es más fácil cuando encontramos un chivo expiatorio molecular para nuestras propias decisiones.

Y colorín, colorado, este cuento sarcástico ha terminado. La B12, por su parte, sigue con su vida, intentando que tus neuronas no se despisten, mientras ríe entre lágrimas por los rincones de tu torrente sanguíneo.

👉 “Want to see how the Treadflow stacks up against more versatile options? Check out our guide to The Glorious, Gut-Wrenching Saga of Sir Reginald of the Overflowing B12

"Disclosure: Affiliate links included. I may earn a commission at no extra cost to you."


Comments